sábado, 28 de abril de 2012

Y… el adicional fallo


En el partido entre Valencia y Atlético de Madrid, el juez adicional que estaba en el área de los rojiblancos  sanciono  un penalti... que, no era. A raíz de esta situación surge la pregunta ¿los asistentes adicionales son la herramienta para no cometer errores?  Esta idea que la UEFA sacó de la manga como una solución para aclarar el problema de los goles fantasma parece ser que también fallo.

Convidados de piedra                                 
Los dos auxiliares más que están uno en cada área de penalti para ayudar al árbitro en todas las acciones que se produzcan, casi nunca, o nunca se había visto que uno de ellos tomara alguna decisión; hasta la fecha habían estado solamente como unos “convidados de piedra”  pues pocas veces, por no decir ninguna, se ha visto que uno de estos hubiese sancionado algo en competición europea. Michel Platini se ha posicionado con firmeza contra la introducción de la tecnología, argumentando que prefiere el uso de dos  de estos árbitros asistentes adicionales detrás de cada arco.

Error monumental
Todo parecía ir bien hasta el partido entre Valencia y Atlético, en Mestalla. En el minuto 77 de partido el Valencia centro un balón al área del Atlético, por el remate saltaron Tino costa y Tiago, ambos con un brazo estirado por encima de la cabeza. La pelota golpeó la mano de Costa, pero el juez de área que estaba casi a la misma distancia de árbitro informó por el intercomunicador de manera equivocada que había sido el rojiblanco quien había golpeado el balón. El silbato decidió creerle  de su ayudante y señaló penalti. Ahí se formo la de Troya.

Cambio la decisión
Los jugadores del Atlético no salían de su asombro y no tardaron en rodear tanto al central como a su ayudante de fondo. Los rivales se metieron también de por medio y se montó un pequeño Zaperoco. Después de varios empujones y agarrones, el único sancionado fue Tiago, que enfiló el túnel de vestuarios después de ver la cartulina roja directa. Pero la historia no acabó aquí. Y es que el juez de área, viendo la reacción de los colchoneros, empezó a pensar que se había equivocado, así que habló con el árbitro y le dijo que no era penalti. Y por supuesto este corrigió el error y no concedió la pena máxima.

Solución no tan justa
Así acabó la historia en la que, prácticamente, por primera vez un juez de área se atreve a cumplir con su función. Lo hizo mal y tarde, demostrando que esta solución no es tan justa como se ha querido mostrar, pues quedo en evidencia que también fallan y lo hacen como los demás en jugadas trascendentales. La única conclusión de esto es que el perjudicado fue alguien que, en la primera jugada, no había hecho nada. ¿Seguro que incluir más árbitros es mejor  que colocar un chip al balón para saber si  entra o no? yo me inclino por la segunda ¿y usted?

No hay comentarios:

Publicar un comentario